Todos aquellos a quienes Él toca son cambiados, son hechos completos. No es un toque común, ya que en él hay salvación, sanidad, liberación y todo el poder de Dios.
El Toque del Maestro hace todo nuevo. Cuando tienes la presencia del Espíritu Santo, lo tienes todo. No necesitas nada más. Y cuando Él me toca, puedo pasar un largo tiempo y no estar consciente de ninguna otra persona. Solamente estoy consciente de Su Presencia y de cómo seguirlo. Soy como un violín tocado por un maestro violinista. El Espíritu tocas las cuerdas de mi corazón y ejecuta una hermosa música.