Sin embargo, nuestra adoración y búsqueda por conocer a Dios debe también moverse hacia un nivel más alto: ¡el de que se ejerza su voluntad sobre la Tierra! Cuando adoramos, nuestra adoración asciende al trono de Dios, y es a través de este proceso que podemos luego descender en guerra efectiva.
Guerreros de adoración ¡levántense! ¡Ahora es el tiempo para que todas las generaciones se conecten y se levanten, unidas!
Adore, entre confiadamente al salón del trono.
Revístase con el favor de Dios, ¡y vaya a la guerra!
¡Responda al sonido! ¡Emprenda la batalla!
¡Desate la cosecha!