Dios te ha dado talentos y habilidades para que puedas cumplir su propósito en tu vida, pero si eres como muchas personas, es posible que aún no los hayas reconocido. A menudo, el mundo en el que vivimos nos presiona a vivir a la altura de una determinada imagen, en lugar de ser las personas únicas en las que Dios nos ha creado. Por lo tanto, permite que Dios te muestre qué tienes de especial en la forma que Él te hizo.
Conviértete en una persona auténtica y única, ¡porque Dios nunca te ayudará a ser nadie más que tú misma! Él te ama tal como eres. Deja que Dios te use, con todas tus fortalezas y debilidades, y te transforme de adentro hacia afuera para hacer algo mucho más maravilloso que tus sueños más extravagantes.