Las últimas palabras son importantes. Mientras el Señor Jesús se preparaba para ascender de regreso al cielo, hubo muchos problemas que podría haber abordado. El escogió, sin embargo, dar la Gran Comisión.
Daniel Akin argumenta que la buena teología y la buena misionología se captan más que se enseñan; que los padres tienen un papel vital que desempeñar en transmitir y modelar una vida misional para sus hijos quienes, con la gracia de Dios, pueden seguir sus pasos. En Criando Hijos con Corazones Misioneros, sugiere diez principios para formar familias con un énfasis en la Gran Comisión.