Dios desea lo mejor para cada pareja. Él les da promesas poderosas.
Siempre pueden contar con la ayuda de Dios. Siempre pueden creer en la Palabra de Dios. Siempre pueden confiar en las promesas de Dios. Se sentirán placenteramente complacidos al ver sus corazones y sus matrimonios milagrosamente transformados por la Palabra de Dios.